La despoblación del medio rural español es uno de los grandes retos demográficos de nuestro tiempo. Pero más allá de las cifras y las estadísticas, este fenómeno tiene una dimensión patrimonial que a menudo pasa desapercibida.
Arquitectura sin habitantes
Cuando un pueblo pierde a sus últimos habitantes, sus edificios comienzan un proceso de deterioro que, sin intervención, resulta irreversible. Las cubiertas se hunden, los muros se desploman y, con ellos, desaparece un testimonio único de nuestra historia constructiva.
El valor de lo vernáculo
La arquitectura popular rural representa siglos de adaptación al medio, de experimentación con materiales locales y de respuestas ingeniosas a las necesidades cotidianas. Cada construcción es un documento que nos habla de cómo vivían nuestros antepasados.
Propuestas de actuación
La conservación del patrimonio rural requiere estrategias que vayan más allá de la simple restauración. Es necesario encontrar nuevos usos que garanticen la sostenibilidad económica de estas intervenciones y que contribuyan a revitalizar los territorios despoblados.